REGINA: NO LES CREEMOS
Fotografía: Archivo |
“Regina toca nuestro corazón”
Julio Scherer
Han pasado tres años desde el artero y cobarde asesinato
de la periodista veracruzana Regina Martínez Pérez.
Tres años en los que lo único que ha quedado demostrado
es que en Veracruz se puede quebrantar la ley sin rendir cuentas ante una
inexistente justicia, que a la menor provocación se corrompe y cede ante las
presiones de quienes, desde el poder, protegen a los verdaderos culpables del
crimen.
Treinta y seis meses de simulaciones, de investigaciones
sin credibilidad ni rumbo, de la
fabricación de chivos expiatorios, de intentos vanos por ensuciar el nombre de
una de las periodistas más cabales que ha dado Veracruz.
Mil 95 días de frustración, de dolor por la pérdida de la
compañera, la amiga, la hermana y la hija. De rabia por la impunidad y por la
grotesca manera en la que el régimen se lava las manos ante las agresiones
contra los periodistas y la libertad de expresión en el estado.
Aquella madrugada del 28 de abril de 2012, manos asesinas
segaron la vida de la aguerrida y valiente corresponsal de la revista Proceso.
Pero de ninguna manera lograron acallar su voz, que sigue resonando como un
martillazo en la cabeza de sus homicidas, que siempre vivirán a la sombra de la
figura de una mujer que, siendo físicamente de complexión pequeña en vida, en
la muerte se agigantó hasta donde sus agresores no podrían haberse imaginado.
Poco se ha avanzado desde la última vez que hubo noticias
acerca de su caso, cuando fue recapturado Jorge Antonio Hernández Silva, alias
“El Silva”, un drogadicto seropositivo a quien, según su propio dicho, le
habría sido sacada a base de torturas su confesión para incriminarse, y que
hasta la fecha es la única persona encarcelada por el asesinato de Regina
Martínez.
En su edición de esta semana, la revista Proceso publica
que, contra los deseos del gobierno de Javier Duarte, el caso Regina sigue
abierto.
La versión del robo como móvil del crimen, avalada por la
Fiscalía General del Estado, no ha sido aceptada por la Fiscalía Especial para
la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle) de la
Procuraduría General de la República.
La razón de ello es que la Feadle no encontró en la
escena del crimen evidencia genética ni dactilar que incrimine a Jorge Antonio Hernández Silva ni a José Adrián Hernández Domínguez, alias
“El Jarocho”, el otro inculpado como autor material del homicidio y de quien se
desconoce su paradero y si aún siga con vida.
Además, destaca Proceso, continúan los peritajes de la
Policía Federal y la Policía Ministerial de la PGR sobre el trabajo
periodístico de Regina como posible móvil de su asesinato, línea de investigación
que desde un principio fue ignorada por la entonces Procuraduría de Justicia
del Estado y que permanece igual ahora con la Fiscalía General.
En su libro “Vivir”, uno de los últimos que escribió, el
periodista Julio Scherer García (Qepd), por muchos años jefe de Regina Martínez
en Proceso, relata su encuentro con el gobernador Javier Duarte y su gabinete
horas después de saberse del homicidio de su corresponsal.
“Sorprendidos, nos encontramos de pronto en el centro de
una reunión extraña. La burocracia pesada del gobierno estaba presente. En una
mesa ante la cual nos sentaríamos, conté dieciséis sillas, todas ocupadas. La
batería de la autoridad hablaría con nosotros.
“El gobernador nos observó en silencio, vestía sin una
arruga su guayabera blanca, igual a la de sus colaboradores. Su actitud me hizo
entender que aguardaba las primeras palabras de los periodistas. Salvador Corro
y Jorge Carrasco inquirieron acerca de datos sobre el cadáver de Regina.
“Duarte de Ochoa los escuchó y tomó la palabra. Su
discurso se disolvió en palabras rutinarias, abusivamente aburridas. Habló como
los oradores, sin una idea original, igual que los de su clase. La
investigación sería exhaustiva, las fuerzas del orden no se darían reposo hasta
dar con los criminales. Agregó que Veracruz vivía en el cauce de un río que no
alcanzaba la turbulencia. Prevalecía el Estado de Derecho.
“No pude más y le dije al gobernador que no le creíamos,
que su discurso estaba de más.”
Tampoco nosotros, quienes te conocimos, les creemos nada,
Regina.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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