JUGAR PARA PERDER
Fotografía: Archivo |
A pesar
de lo grisáceo de las actuales campañas políticas, y de la mala imagen de
varios de los candidatos, en varios distritos del estado de Veracruz pareciera
que los abanderados priistas van en caballo de hacienda hacia una cómoda
victoria.
Esto, a
pesar de que sus candidatos son vapuleados en redes sociales e incluso son
sujetos a profusas campañas negras de desprestigio desde dentro del propio
régimen priista, amén del desprestigio que varios arrastran por méritos
propios.
Suena
extraño, ¿no? Y más cuando ejercicios estadísticos como el más reciente
publicado por la empresa Parametría arroja que el Partido Revolucionario
Institucional, además de ser el más conocido por el electorado, es el que provoca
las percepciones más negativas, con 52 por ciento de opiniones entre malas y
muy malas.
¿Por qué
entonces en estados como Veracruz tendrían amplias posibilidades de triunfo en
la mayoría de los distritos? Por una razón muy sencilla. No tienen una oposición
real enfrente, y la que sí lo es, no tiene la fuerza necesaria para hacerles
mella.
En los
hechos, pareciera que la mayoría de los candidatos y partidos diferentes al PRI
juegan para perder, para hacer la pantalla democrática de una pelea que ya está
arreglada, con vencedores definidos y un reparto de “utilidades” políticas
previamente pactado.
Tanto el
PAN como el PRD, los partidos de “oposición” más fuertes, postularon candidatos
a modo para los intereses del PRI en mucho distritos. Por ejemplo, en Xalapa
urbano, el panista Ulises Chama es un fantasma que va dando tumbos, como si su
objetivo fuera perder la elección a como dé lugar.
Mismo
caso del candidato del PRD-PT Magno Garcimarrero, quien se derrotó antes de
empezar el combate y sólo se conforma con que quien gane en ese distrito, lleve
al Congreso de la Unión su propuesta de atención para enfermos terminales,
porque ni le interesa ser diputado.
En
Veracruz rural, el “perredista” Julio Saldaña hace el papel de esquirol para
quitarle votos a su ex partido, el PAN –que en ese distrito sí busca la
victoria- y de esa manera ayudarle a la candidata del “Verde”, o mejor dicho
del fidelismo, Carolina Gudiño Corro. Total, Saldaña ya tiene amarrada la curul
en San Lázaro, pues va en el quinto lugar de la lista plurinominal del PRD en
la Tercera Circunscripción.
Otros
partidos, como Encuentro Social, están infestados de priistas embozados. Su
dirigente estatal, Gonzalo Guízar, fue dirigente y diputado federal del PRI por
Coatzacoalcos, y otro de sus cuadros directivos, Juan de Dios Sánchez Abreu,
fue líder del Movimiento Territorial del PRI y representa los intereses del ex
secretario de Gobierno, ex dirigente estatal priista y actual candidato
tricolor por Acayucan, Erick Lagos Hernández, otro de los “hijos de la
Fidelidad”.
Ha sido
común en varios procesos político-electorales en Veracruz que mientras
simpatizantes, militantes y operadores se dan hasta con la cubeta para
“defender” los “triunfos” de sus candidatos, éstos y sus jefes reales negocian
posiciones, prebendas y hasta resultados con sus oponentes y con las
autoridades electorales.
Y tal
parece que esta vez, no será la excepción.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
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