LA REVANCHA DE DUARTE CONTRA JOSÉ YUNES
Fotografía: Archivo |
A pesar de lo que pudiera pensarse, nada tuvo que ver el
candidato panista a diputado federal plurinominal, Miguel Ángel Yunes Linares,
con las recientes filtraciones en las que se infiere un supuesto desvío de
recursos por 500 millones de pesos en la delegación de la Secretaría de
Desarrollo Social (Sedesol) en Veracruz.
Esta vez, y a diferencia del proceso electoral de 2013, el
“amo” de las filtraciones no fue el autor del “cuatro” que le pusieron a los
priistas en el estado, y cuya “mano ejecutora” fue el senador ex perredista
Alejandro Encinas, a quien le hicieron llegar 623 archivos, entre videos y
documentos, para imputar a la dependencia presuntos malos manejos de los
recursos de los programas sociales en la entidad veracruzana.
Los autores de la zancadilla al delegado Marcelo Montiel
Montiel vienen de dentro. Y su objetivo no es incidir en las elecciones
federales de este año, sino en las locales de 2016.
Desde hace unos pocos días, esa misma información se
estuvo moviendo en los círculos del Congreso de la Unión buscando que alguien se
interesara en retomarla y dar el golpe, encubriendo de esta forma la verdadera
autoría intelectual de la confección de ese material.
Incluso, un diputado federal priista cercano al primer
círculo de poder en Veracruz, estuvo dispuesto a entrarle al quite y presentar
una denuncia. Pero les resultaba más conveniente que el golpe viniera de fuera,
en este caso, de un político de izquierda con alguna credibilidad, como es el
caso de Alejandro Encinas.
De hecho, al exponer ante los medios de comunicación el
caso, el propio Encinas lo dejó en claro: “existe la presunción de un conflicto
dentro de los grupos del PRI en Veracruz. Esto es fuego amigo”, declaró el
legislador.
Y no le falta razón. El nuevo escándalo fue maquinado por
los propios priistas. Concretamente, por el duartismo-fidelismo. El
conocimiento sobre la manera de operar los programas y el acceso a la información
filtrada provino, forzosamente, desde dentro.
¿Qué interés podrían tener los priistas en atacar a otro
priista en medio de un proceso electoral? Uno muy simple. El del inicio del
ajuste de cuentas entre los grupos políticos que se disputan el poder en Veracruz.
Se trata de la revancha del gobernador Javier Duarte en
contra del senador José Francisco Yunes Zorrilla, luego de que éste decidiera
romper definitivamente con el mandatario tras la “chicanada” de la gubernatura
de dos años y el incumplimiento de los acuerdos tomados entre ambos varios años
atrás.
A diferencia del otro senador veracruzano priista, Héctor
Yunes Landa, José Yunes se negó a pactar con el duartismo y se ha mantenido
firme en su postura de mantenerse lo más distante posible de Javier Duarte, con
quien no quiere más tratos, y hasta ha expresado su deseo de castigar a quienes
desde el gobierno estatal quebraron las finanzas de la entidad desviando
recursos y defraudando a la población.
Marcelo Montiel ha sido un cercano operador político de
José Yunes Zorrilla. En 2006 fue su coordinador de campaña en su primer intento
por llegar al Senado, y se ha mantenido como su aliado hasta la fecha.
Golpeando al delegado de la Sedesol, el duartismo busca desgastar al Senador
que se atrevió a retarlo.
Sobre si de verdad hay o no desvío de recursos en la
delegación de Sedesol en Veracruz, el propio Marcelo Montiel negó las
imputaciones, anunció que presentará una denuncia por acceso ilícito a sistemas
y equipos de informática, ejercicio indebido del servicio público y falsificación
de documentos. Asimismo, se puso a disposición de las autoridades para ser
investigado. Sin defender ni condenar a este funcionario, será saludable que
transparente su actuación para que no haya lugar a dudas.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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