UN DESGASTE INNECESARIO
Desde
la aparición del video en el que se le observa planeando la operación electoral
de los programas sociales federales, la suerte de Salvador Manzur Díaz estaba
echada.
Manzur
ya era insostenible como funcionario público estatal luego de la difusión del
video. Y más todavía, después de que la secretaria de Desarrollo Social
federal, Rosario Robles, anunció de inmediato el cese fulminante de todos los
funcionarios de la dependencia implicados en el escándalo, incluido el delegado
en Veracruz, Ranulfo Márquez Hernández, quien ni siquiera apareció en grabación
alguna, pero era el superior jerárquico de los involucrados.
Sin
embargo, se decidió mantener a Salvador Manzur como secretario de Finanzas
contra viento y marea. Se pensó que con mandarlo a comparecer al Congreso
local, donde la mayoría priista lo arroparía y sacaría casi en hombros,
bastaría para que el tema se diluyera con el paso de los días.
Pero
no. Este fin de semana, 17 días después de que estallara la bomba de las
videograbaciones, el gobernador Javier Duarte salió a anunciar la separación de
Manzur del cargo “con el propósito de evitar cualquier suspicacia en torno del
comportamiento político el Gobierno de Veracruz”.
La
razón por la que se intentó a mantener a Manzur a como diera lugar fue,
principalmente, no entregar a los Yunes –responsables del espionaje que dio
lugar a las grabaciones– la cabeza de uno de los principales representantes del
grupo y proyecto político que actualmente gobierna el estado. Incluso, Manzur
era visto hasta antes del escándalo como un fuerte aspirante a buscar la
gubernatura en 2016.
Pero
la aspiración de un grupo político por mantenerse en el poder en una entidad de
la República
no fue más fuerte ni más importante que el Pacto por México, que es el diseño
institucional en el que el Gobierno Federal basa su estrategia para que le sean
aprobadas en el Congreso de la
Unión las reformas estructurales que propone, y que estuvo en
vilo ante los amagos del PAN y el PRD de retirarse del mismo si no había
sanciones para los responsables de preparar la presunta red electoral que se
menciona en las grabaciones.
El
costo de estos 17 días ha sido altísimo. El desgaste mediático, pero sobre todo
el desgaste político, hacia dentro y hacia fuera, fueron enormes. Es evidente
que hubo una orden desde el más alto nivel para que se actuara en Veracruz y se
separara del cargo a Manzur Díaz, que era el único de quienes aparecen en el
video de marras que aún tenía un cargo público estatal.
La
decisión fue correcta, pero tardía. No había necesidad de exponerse a tanto.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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