¿PACTO POR VERACRUZ? RESPETAR LA LEY BASTA

Da risa (y pena) que sea el Partido de la Revolución Democrática el que convoque a signar un “Pacto por Veracruz”, copia pirata del que se firmó a nivel nacional con el Gobierno de la República, de cara al arranque de las campañas en menos de dos semanas.

¿Cómo podrían Sergio Rodríguez, “dirigente” del PRD, y el diputado Rogelio Franco, convocar a un “pacto”, cuando no pueden llegar a acuerdos ni siquiera dentro de su propio partido, que llegará completamente dividido a la contienda electoral?

Además, ¿un pacto para qué? ¿Para no seguir lanzándose lodo durante las campañas? Si los partidos tuvieran un poquito de ética política, así como propuestas concretas, sensatas y sinceras, no habría necesidad de atraer la atención de los medios y los ciudadanos con filtraciones ilegales de intentonas de desvíos de recursos para las campañas, o con revires para exhibir las cuantiosas fortunas de los adversarios. Y tampoco recibirían carretadas de dinero para destruir alianzas políticas.

Como no tienen nada de eso, como sus discursos son huecas repeticiones de las mismas promesas de todos los años, es que recurren a la diatriba como método, y a la violación de la ley como estrategia para alcanzar una victoria electoral, no importa cuán ilegítimamente se acceda al poder.

Dice el investigador de la Universidad Veracruzana y ex funcionario electoral, Francisco Montfort Guillén, que los partidos, todos, no respetan el voto como el principal valor de la democracia. Y tiene toda la razón. Siempre que pueden, se dedican a escamotear las decisiones ciudadanas a través de la coacción y compra del sufragio. Privilegian el “marketing” político y se olvidan de plataformas y propuestas. Es más importante verse “bonito” en la foto que demostrar que hay un proyecto sensato de gobierno. Y las consecuencias, las pagamos durante trienios y sexenios de malas decisiones y pésimas administraciones.

Ya en 2005 se firmó en Veracruz un “pacto de gobernabilidad” entre autoridades y los sectores político y empresarial. Pero la coyuntura era distinta, y ya había pasado la época electoral. Un acuerdo de no agresión en la víspera de las campañas es como pedirle a los caníbales que se vuelvan vegetarianos.

No, señores políticos. Lo único que tendrían que hacer, lo que es su obligación, es respetar la ley y la voluntad ciudadana. Dejar que los veracruzanos decidan libremente quién los gobierne en los ayuntamientos y los represente en el Congreso del Estado. De actos protocolarios que sólo sirven para la foto, estamos hasta la madre.

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