JAZZUV


Desde hace una semana se celebra en Xalapa el festival Jazzuv, un evento único en México, donde grandes exponentes de este género musical nacido en los Estados Unidos se dan cita en la capital veracruzana para deleitar a un público ávido de blue notes.
Este esfuerzo por organizar un festival anual de música no comercial es verdaderamente encomiable. Y que sea la quinta vez que se realiza, habla de que la promoción del arte en sus diversas expresiones puede ser no solo buena para la imagen de las instituciones que la llevan a cabo, sino hasta redituable. La asistencia del público a los conciertos, las conferencias y master class así lo demuestran.
Esto no habría sido posible sin el entusiasmo de un talentoso músico que, contra quienes pronosticaban el fracaso de este proyecto, lo ha sacado adelante contra viento y marea: Edgar Dorantes, a quien habrá de reconocérsele en primer lugar la valentía para emprender algo así, además de la gran visión para escoger el elenco que cada año ha hecho vibrar a los amantes del Jazz.
También es de destacar que la Universidad Veracruzana haya abrazado y apoyado este proyecto, más allá de gustos personales de autoridades y funcionarios. Apostó al talento de sus egresados y estudiantes, y el resultado ha sido magnífico.
Porque ése es otro aspecto a mencionar: independientemente de las grandes personalidades y hasta leyendas del Jazz que se han presentado a lo largo de los últimos cinco años, el festival Jazzuv ha involucrado a jóvenes estudiantes de esta casa de estudios para que no únicamente tomen clases con los grandes del género, sino que lleguen a alternar con ellos en el escenario.
Esta quinta edición del festival sigue con la tónica de los anteriores y presenta a grandes exponentes, que desde la semana pasada han hecho de Xalapa la capital nacional del Jazz. Y la idea, según han expresado sus directivos, es que este encuentro musical no se circunscriba a la capital del estado, sino que su repercusión sea internacional.
Enhorabuena. Por la música y el gozo que causa. Y por quienes, sin importar malos augurios y envidias, se han atrevido a ir más allá de lo que se les dijo que podían hacer. Esas son las personas que dejan huella.

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Y SI PERDIÓ ROCÍO?

LA UV Y EL “PATIÑO” TEMBLOROSO

DESCOMPOSICIÓN TOTAL