AUTE: LA LOCURA QUE TODO LO CURA


Realicé esta entrevista con Luis Eduardo Aute en mayo de 2007, en la ciudad de Coatzacoalcos, Veracruz, durante el Festival del Mar celebrado aquel año. Uno de los trabajos más satisfactorios que he realizado, en lo profesional, en lo humano y por supuesto, en cuanto al orgullo del fan ante uno de sus ídolos. Por lo demás, Aute es un tipazo

Como si 40 años no fueran nada, el cantautor español Luis Eduardo Aute celebra en Hispanoamérica cuatro décadas de carrera plasmadas en canciones de amor y desamor, sexo y ternura, en el arte como una manera de vida. Y el inicio de este periplo fue la ciudad de Coatzacoalcos, donde el autor de “Sin tu latido” expresó las razones que lo mantienen, a día de de hoy, haciendo canciones, poesía, pintura y cine, poniendo la vida en ello

Por Aurelio Contreras Moreno

“No se puede vivir sin utopías”, afirma Luis Eduardo Aute, para quien –40 años después de su primer disco, aquél que contenía los hoy clásicos “Aleluya” y “Rosas en el mar”– aún quedan cosas por las cuáles cantar.
Nadie que lo viera sin conocerlo pensaría que es una leyenda de la música en español. Vestido de manera sencilla, sin poses de divo ni grandilocuencias semánticas, el artista nacido hace casi 64 años en Manila, Filipinas, se relaja y habla de lo que cree, de la vida, de México y Latinoamérica, de la música y el amor, que tanto lo obsesiona.

PARA HUIR DEL ABURRIMIENTO

Aute manifiesta que canta, pinta, escribe, dibuja y filma, básicamente, “por huir del aburrimiento. Si no hago estas cosas me aburro mucho; y porque mi vida es trabajar, hacer esto. No entiendo mi vida sin escribir, sin hacer canciones, sin crear imágenes”.
Yo aprecio mucho cuando alguien se me acerca para darme las gracias por mis canciones, pero no porque diga que son muy buenas, sino que me agradece porque en algún momento de su vida, sobre todo cuando ha estado en una situación mala, en un estado de ánimo bajo, con algún problema, alguna canción mía le procuró alivio. Eso me parece que justifica la canción y toda una obra, poder producir alivio a las personas, poder haber sido útil a alguien que se sentía solo. Colaborar para sacarle de ese agujero me parece que es bastante.

¿Es una responsabilidad significar tanto para tanta gente en sus vidas a través de tus canciones?
No soy consciente. Algunos me dicen ¿sabes que has sido la banda sonora de mi vida? Y me asusta, espero que sea una buena película, que el final haya sido feliz. No estoy consciente de ello y no quiero ser consciente de ello, esa responsabilidad me asusta mucho y lo mismo me frena.

¿Cómo ves en este momento la situación de América Latina, en una ebullición de una nueva izquierda que habla de una nueva unión latinomericana en el continente en el que también está Estados Unidos, como la gran contraparte?
Yo estoy absolutamente a favor de ese proyecto, que viene de muchos siglos atrás. Y creo que es el mejor momento histórico que ha tenido Latinoamérica para lograr esa unidad. Es muy difícil, porque los problemas son grandes y graves, pero vale la pena porque no va a haber otro momento histórico más adecuado.

Pero dices que no crees en los artistas militantes, que se sienten políticos ¿Crees que no se puede combinar?
Tampoco, nada es blanco y negro. En determinadas ocasiones las canciones han servido para unir a la gente y sentirse solidarios. Pero no es la función de la canción, ésas son situaciones circunstanciales. La función de la canción es un poco esto que te conté antes, lo de estar al lado de alguien que te necesita y tú no sabes la cara que tiene.
Por otro lado, es una manera de descargar que tengo, de expresar lo que creo, lo que siento, y de aliviarme yo también. Y es una manera de evitarme al psiquiatra, porque yo creo que si no escribiera canciones, si no me encerrara en mi estudio a trabajar, a pintar, estaría muy cerquita de las puertas de un psiquiátrico.

¿Y no es el arte una forma de locura?
También. Es la locura que todo lo cura.

IMAGINACIÓN

En tu nuevo disco, “A día de hoy”, hiciste una canción homenaje a John Lennon…
Pues sí, soy muy admirador de John Lennon, no sólo como beatle, sino como autor aparte de los Beatles, me gusta mucho su trabajo posterior al grupo. Era un hombre muy inquieto, con mucha imaginación. Y por eso se llama “Imaginación” la canción, en honor a la suya, “Imagine”, que cuando la releí hace unos meses me pareció que tiene más vigencia hoy que cuando la escribió. Lennon estaría muy de acuerdo con el movimiento antiglobalización, cuyo lema es “otro mundo es posible”, al que me adhiero plenamente, y de alguna forma era lo que quería expresar Lennon.

¿Cómo te imaginarías a ese mundo ideal, parafraseando esa canción?
Un mundo en el que fuéramos lo que somos, seres humanos, y no simplemente unos animales a los que se nos tiene prohibido reflexionar, que sólo se nos quiere permitir consumir, trabajar en el caso de que haya trabajo, y morirnos en el caso de que no haya trabajo.
Vivimos en una sociedad tremendamente injusta, que premia al sinvergüenza y al cínico y desprecia al honesto. Bueno, esa sociedad no me gusta y debería ser posible otra. Pongamos un grano de arena para construir otra sociedad; yo sé que es una utopía, pero no se puede vivir sin utopías.

MÉXICO, SÍNTESIS DE CULTURAS

Háblanos de México, de Veracruz…
Al puerto de Veracruz lo recuerdo muy gratamente. Di un concierto en 2003, muy bonito, muy entrañable, y lo que vi de la ciudad me encantó, las mexicanas me gustan mucho. Y siempre digo que en el caso de que no pudiera vivir en España, el país que elegiría para vivir sería México. Me siento muy identificado con México, me recuerda costumbres de donde nací, Filipinas, un país muy tropical; la comida es muy parecida, los olores, la cordialidad de la gente.
México es un país síntesis de todo tipo de culturas: pirámides, corridos, Marcos, el culto a la muerte, los muralistas, Juan Rulfo, Octavio Paz, la lucha libre, Frida Kahlo, la Revolución, tuvieron un emperador. Ha habido de todo en México, y me apasiona ese cruce de culturas, y su ubicación en el mapamundi, en el medio de dos continentes muy grandes.

Te propongo un juego. Te voy a decir una palabra y me respondes lo primero que se te venga a la mente ¿Te parece?
Vale

Manila…
Infancia.

España…
Donde vivo.

Europa…
Un museo.

Guerra…
Paz.

Amor…
Urgente.

Desamor…
La triste realidad.

Sexo…
Puro sexo, aerobic genital.

¿Y sexo con amor?
Vida.

Vida…
Interrogante.

Mujer…
Enigma.

Joaquín Sabina…
Compañero.

México…
Pasión.

Sin tu latido…
Una simple canción.

Aute…
Ando buscándolo por ahí.


Luis Eduardo Aute nació en Manila, Filipinas en 1943. Editó sus primeras canciones en 1967 y en 1968 lanzó un álbum con 24 canciones breves. Tiene 29 álbumes en su carrera, siendo el más reciente A día de hoy, que salió a la luz en marzo de 2007, y cuya gira latinoamericana arrancó en la ciudad de Coatzacoalcos, en el Encuentro Internacional del Mar, el pasado 31 de mayo.
Es autor de clásicos como “Rosas en el mar”, “Sin tu latido”, “Aleluya”, “La belleza”, “Las cuatro y diez”, “Pasaba por aquí”, “Cada vez que me amas”, “Me va la vida en ello”, “Al alba”, “De paso”, “Alevosía”, entre varias más en 40 años de prolífica carrera.

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