EXCESO DE SOBERBIA
Fotografía: Reforma |
En política, y sobre todo en medio de una campaña
electoral, la soberbia y la confianza desproporcionada suelen ser letales. Y el
lopezobradorismo lo sintió en carne propia el pasado sábado en Veracruz.
Desafiando al más elemental sentido común, a
los operadores de Morena en el estado se les hizo fácil convocar al cierre de
campaña regional de Andrés Manuel López Obrador en un estadio, el Luis “Pirata”
Fuente, exactamente a la misma hora del segundo partido mundialista de la
selección mexicana de futbol, ahora contra su similar de Corea del Sur.
Sobrados y pretenciosos, los responsables de
la organización del acto que se esperaba masivo, desoyeron las advertencias
sobre la inconveniencia del horario y creyeron que con la sola presencia de su
candidato presidencial bastaría para lograr una concentración como la de
semanas antes en la capital veracruzana, que es un bastión morenista. Les tuvo
sin cuidado no sólo el partido de México, sino el hecho de que la ciudad en la
que ubica el coso, Boca del Río, es territorio panista. La realidad les dio un
bofetón en la cara de antología.
Como era de esperarse, y con todo y que ahí
estuvo Andrés Manuel López Obrador en persona, el “Pirata” Fuente lució semivacío,
ni a la tercera parte de su capacidad, sin ser un estadio demasiado grande. Su
aforo es para 30 mil personas.
El rostro de López Obrador lo decía todo. Estaba
furioso por el ridículo que le hicieron pasar los “genios” que consideraron que
era “peccata minuta” un partido mundialista de la selección mexicana en un
país, un estado y una ciudad cuyos habitantes, en su mayoría, ven en el futbol
soccer una manera de evadirse por completo de su cotidianidad y que, por ende,
abrazan cualquier triunfo deportivo con una exaltación que trasciende, incluso,
las pasiones políticas.
Los responsables del fiasco tienen nombre y
apellido: el candidato a la gubernatura Cuitláhuac García Jiménez, la
abanderada al Senado Rocío Nahle y el dirigente estatal de Morena Manuel Huerta
Ladrón de Guevara. Y como también era de esperarse, pues siempre lo hacen,
intentaron esquivar y maquillar su pifia, arguyendo supuestos bloqueos del
gobierno estatal a la movilización de sus simpatizantes. Pero lo único cierto
es que éstos simplemente no llegaron. Resulta que también les gusta el futbol,
como a cualquier otra persona común y corriente. Y eso no se les ocurrió a los
“brillantes” operadores de Morena.
El episodio del “Pirata” Fuente no quiere
decir que de un día para otro se vayan a revertir las tendencias que tienen a
López Obrador -e incluso a Cuitláhuac García, quien según la más reciente
encuesta de Massive Caller en Veracruz aventaja por 2.6 puntos a Miguel Ángel
Yunes Márquez- al frente en la carrera por la Presidencia.
Pero sin duda exhibió los que quizás sean los
peores defectos del lopezobradorismo, entre los muchos que tiene y que muy caros
le han costado: su exceso de soberbia, su pose de “superioridad” intelectual,
ética y moral sobre quien disienta de ellos, y la autocomplacencia que los hace
creer que ya tienen ganada la elección y que basta con un chasquido de sus
dedos para que todo el país se rinda a sus pies.
Confiarse antes de tiempo y creer que ya no
tienen que hacer nada para ganar las elecciones del próximo domingo puede ser
el veneno que sus adversarios han estado buscando durante toda la campaña para
doblar a un lopezobradorismo que se siente imbatible.
Deberían recordar una sola cosa: 2006.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario