“HALCONAZO” Y REPRESIÓN EN VERACRUZ
Fotografía: Víctor Yáñez/AVC Noticias |
Para Melissa, Raziel, Hugo e Iván
En solidaridad
Este fin de semana los veracruzanos pudimos atestiguar lo
que se viene para los últimos meses que le quedan al terrible gobierno de
Javier Duarte de Ochoa.
Él y su inamovible secretario de Seguridad Pública,
Arturo Bermúdez Zurita, hicieron gala de toda la prepotencia y violencia de la
que son capaces, al grado de actuar con la soberbia que da la impunidad, a
pesar de la flagrancia de sus abusos.
La nota del fin de semana fue la atroz represión que
elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y del grupo armado de supuesta
élite llamado Fuerza Civil perpetraron en contra de los maestros que acudieron
a protestar en contra de la evaluación magisterial de la mal nombrada “reforma
educativa”, y en la que no distinguieron entre hombres, mujeres y personas de
edad avanzada.
Más allá de que tengan o no razón los profesores para
oponerse a la evaluación –personalmente quien esto escribe considera que sería
sano que demuestren que están capacitados para dar clases–, la respuesta del
gobierno fue no solamente desproporcionada, sino criminal.
El sábado, primer día de la evaluación, la policía la
emprendió contra los manifestantes, que formaban una valla humana en las
instalaciones del complejo Omega de la ciudad de Xalapa, con toletes eléctricos
e incluso a algunos se les vio blandir desarmadores, lo cual está completamente
fuera de lugar y contraviene todos los protocolos de respeto a los derechos
humanos y de manifestación de las personas. Ese día, incluso resultó agredido
el diputado federal por Xalapa urbano, Cuitláhuac García, quien acompañaba a
los manifestantes.
Como los profesores lograron su objetivo y “reventaron”
el primer día de evaluación, para el domingo el gobierno de Javier Duarte tomó
medidas aún más violentas, tanto en Xalapa como en Boca del Río.
Unos sujetos vestidos de civil, presuntamente elementos
de Seguridad Pública infiltrados entre los manifestantes, al más puro estilo de
los “halcones” de Luis Echeverría arremetieron contra todo lo que encontraron a
su paso, con una saña inusitada, propia de los grupos de choque paramilitares.
El saldo de heridos es indeterminado.
Durante los dos días de refriega, tanto los policías
uniformados como los “halcones” de Javier Duarte y Arturo Bermúdez agredieron
con particular violencia a los reporteros que cubrían la manifestación, a pesar
de que éstos se identificaban plenamente como tales, lo que hace suponer que
había una orden expresa de evitar el registro de los actos de represión, lo
cual no consiguieron, pues varios videos que circulan en los medios no
alineados con el gobierno estatal y en
las redes sociales, consignan la brutalidad de la actuación de los “científicamente
preparados” esbirros del secretario de Seguridad Pública.
El talante más autoritario y fascista del gobierno del
admirador del dictador español Francisco Franco se asoma con temeridad a
prácticamente doce meses de que concluya el sexenio, en medio de una crisis
generalizada en materia política, económica y de seguridad. Precisamente
mientras Arturo Bermúdez daba al Congreso –en medio de un insultante operativo
de seguridad– cifras alegres durante la glosa del quinto informe de Javier
Duarte, en territorio veracruzano se registró una docena de ejecuciones de las
que no hubo, evidentemente, referencia ni explicación oficial alguna.
También quedó en evidencia que la “adhesión” del gobierno
de Duarte a los mecanismos federales de protección al trabajo de los
periodistas fue una fantochada más, una nueva burla. Las agresiones directas a
los reporteros veracruzanos de parte de la policía no menguaron un ápice. Al
contrario, a partir de ahora son todavía más violentas.
Y conforme se acerque la temporada electoral, se
recrudecerán. Con la complacencia del gobierno de Enrique Peña Nieto, que dejó
abandonado a Veracruz en manos de aspirantes a dictadorzuelos.
Fotografía: Víctor Yáñez/AVC Noticias |
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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