ALERTA TARDÍA E INSUFICIENTE
Fotografía: Fotover |
Mal empezó la “nueva
estrategia” del gobierno de Javier Duarte de Ochoa para la “protección” de los
periodistas veracruzanos.
Durante la firma del
convenio entre el Gobierno del Estado de Veracruz y el Mecanismo Federal de
Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y de Periodistas,
elementos de seguridad de palacio de gobierno y burócratas de media tabla
intentaron, a jalones y empujones, impedir que varios reporteros presentes se
manifestaran en exigencia de justicia por las agresiones sistemáticas que se
registran en Veracruz en contra de comunicadores.
Tuvo que ser el propio
gobernador Javier Duarte de Ochoa quien, para evitarse un nuevo escándalo
nacional por reprimir periodistas en público, pidiera a sus empleados que
permitieran a los reporteros sacar sus pancartas y expresarse “libremente”.
El convenio entre el
gobierno veracruzano y el Mecanismo Federal se basa en un diagnóstico elaborado
por el segundo sobre la situación de los periodistas en la entidad, en el que se
detallan cifras sobre las agresiones y homicidios perpetrados contra
trabajadores de la información, las acciones de las autoridades estatales, los
pronunciamientos de organismos internacionales de derechos humanos y un
programa de políticas públicas “en favor de las y los periodistas del estado de
Veracruz”.
Dicho programa es un
compendio de obviedades y lugares comunes. Se propone el respeto a la libertad
de expresión, acciones generales para la seguridad de los periodistas, fortalecer
y dar seguimiento a las investigaciones ministeriales por agresiones a la
libertad de expresión, brindar capacitación y formación en respeto a derechos
humanos y a la información a los servidores públicos, fortalecer las capacidades
de autoprotección de los trabajadores de los medios y la dignificación de sus
condiciones labores difundiendo sus derechos y los mecanismos institucionales
que los garantizan.
Como puede observarse,
no hay ninguna acción de fondo, y ya no digamos una condena enérgica contra la
violencia y hostigamiento hacia los periodistas en la entidad, como pudo
constatar que sucede el propio subsecretario de Derechos Humanos de la
Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián. Ni siquiera hay un
extrañamiento por la anómala situación de ataques a la libertad de expresión
que se vive en Veracruz. Solamente generalidades cuya implementación ni
siquiera tendría que estar a discusión. Son cuestiones de mero sentido común.
La respuesta a esto la
podemos encontrar en el comunicado que el Colectivo Voz Alterna, en el que
participan varios periodistas veracruzanos, dio a conocer este mismo martes 3
de noviembre. Ahí se da cuenta de que el Mecanismo Federal de Protección de
Personas Defensoras de Derechos Humanos y de Periodistas intentó en dos
ocasiones eliminar de los acuerdos a signar con el gobierno estatal la emisión
de una alerta institucional de protección a periodistas solicitada por varios
comunicadores veracruzanos, al punto que pretendía dejar en un simple “programa
de acción” los pasos resultantes de su diagnóstico.
Desgraciadamente no es
con tibiezas ni simulaciones como se va a revertir la violencia contra los
periodistas en Veracruz que, como se pudo constatar durante la misma firma del
convenio, no es fortuita ni casual.
Es el pan de todos los
días en este estado.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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