VERACRUZ YA NO AGUANTA MÁS
Fotografía: Karlo Reyes/AVC Noticias |
La sanguinaria violencia
que se extiende por todo el territorio veracruzano sólo tiene una explicación:
al gobierno de Javier Duarte de Ochoa el estado se le ha ido de las manos.
La ejecución de cinco
presuntos integrantes del crimen organizado y un reportero la madrugada de este
jueves en un bar de la ciudad de Orizaba es apenas uno más de los hechos de
brutal violencia que todos los días ocupan un lugar, minimizado por cierto, en los
medios de comunicación.
Lo de Orizaba llamó la
atención por encontrarse entre las víctimas un ex corresponsal de Televisa
Veracruz, Juan Santos, a quien de inmediato las versiones oficiales vincularon
con otra de las víctimas del ataque, un supuesto jefe de plaza de una banda de
delincuentes, el cual, curiosamente, habría salido a beber a un bar sin un
aparato de seguridad como los que suelen llevar los “capos” de ese nivel.
Pero Veracruz se desangra
por todos lados. El martes, se daba cuenta de la noticia de la aparición del
cuerpo muerto de un menor de edad secuestrado hace más de un mes en el
municipio de Castillo de Teayo, al norte del estado.
Un día después, en
Acayucan, al sur de la entidad, fue ejecutado a balazos Arturo Vázquez García,
quien a últimas fechas encabezó varias protestas y tomas de casetas de peaje en
aquella zona.
Este jueves, en los
límites entre Veracruz y Puebla, en la región de Tlapacoyan y Martínez de la
Torre, fueron descubiertos siete cuerpos de personas asesinadas envueltos en cobijas
y con mensajes amenazantes.
Todo lo anterior refleja
una realidad inocultable: Veracruz, cada vez más, se hunde en una
descomposición en la que el gobierno estatal ha sido, por lo menos,
absolutamente incapaz, omiso. Y de la que, aunque así lo pretenda, aunque sus
bots en las redes sociales lo intenten encubrir, no puede evadirse de ninguna
manera.
La región de Córdoba,
Orizaba y Zongolica lleva varios meses de ser un polvorín. En el sur de
Veracruz las ejecuciones están a la orden del día. En el norte ya de plano ni
se habla de ello por el terror a las represalias de los delincuentes que han
impuesto su ley por encima de los poderes establecidos formalmente.
Veracruz se está
convirtiendo en un estado fallido, mientras a sus autoridades lo único que les
interesa es aferrarse al poder, no obstante su gigantesca incapacidad para
gobernar al estado. Les quedó demasiado grande la responsabilidad.
Y lo peor es que es tal
la soberbia, que ellos mismos siguen abonando al ambiente de crispación con la
prensa, con toda la sociedad veracruzana.
Luego de la irresponsable
arenga de la noche del miércoles del dirigente estatal del PRI, Alfredo
Ferrari, en la que “culpó” al ejercicio de la libertad de expresión de
“debilitar” a las instituciones del estado, dieron el siguiente paso: un
escolta del gobernador Javier Duarte, ante la mirada complaciente de éste,
agredió a un fotógrafo de la agencia AVC Noticias por intentar tomar una
gráfica del mandatario. Por hacer, sin más, su trabajo. Y luego se llenan la
boca diciendo que “respetan” la libertad de prensa y a los periodistas.
Javier Duarte le ha hecho
un daño irreversible al estado. Y por ello, debería pedir licencia al cargo.
Veracruz ya no aguanta más.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: yeyocontreras
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