LA REESTRUCTURACIÓN, POR NO MENOS DE CINCO MIL MILLONES

Fotografía: Archivo
Ya se supo el por qué de la gran molestia que le causó al gobernador Javier Duarte de Ochoa que el senador José Francisco Yunes Zorrilla hablara, primero que nadie, de que la deuda de Veracruz tendría forzosamente que ser reestructurada.
Esto es porque dicha reestructuración implicará, también forzosamente, que el gobierno de Javier Duarte de Ochoa pida un nuevo crédito por no menos de cinco mil millones de pesos, lo que sumado a los 45 mil que reconoce su administración, implicará que la deuda bancaria de Veracruz rebase los 50 mil millones de pesos este año. Y si nos vamos a los números reales que manejan los especialistas en finanzas y economía, la cifra es para irse de bruces.
Lo peor de todo es que este nuevo crédito, que se buscará hacer efectivo el mes que viene, no sería para aplicarlo en inversiones productivas ni en infraestructura. Mucho menos, para pagar parte de la deuda contraída anteriormente. Y ya no se diga para cubrir los pasivos que se siguen arrastrando con acreedores.
Los nuevos cinco mil millones –o más, no se descarta una suma mayor- serán, esencialmente, para salvar el año. Para que Veracruz no quiebre. Para evitar que las finanzas estatales colapsen en el mes de diciembre, cuando haya que pagar los aguinaldos de la burocracia estatal y de los pensionados, así como la nómina. Será una nueva deuda para financiar, básicamente, gasto corriente.
Por eso Javier Duarte no quería que el tema se soltara a la opinión pública fuera de su control mediático y político, lo cual explica el no tan velado reclamo que le hizo al Presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado, quien efectivamente no está facultado para solicitar ni operar una reestructuración de deuda pública.
Pero para lo que sí está facultado y en posibilidades el senador José Yunes Zorrilla es para abrir la puerta de esos recursos al Gobierno del Estado, que una vez que el tema detonó en la agenda pública, tuvo que admitir que “sí estaban considerando” la reestructura de la deuda.
Las declaraciones de este martes del secretario de Finanzas y Planeación Antonio Gómez Pelegrín no dejan espacio de duda: “parte de la instrucción que nos dio (el gobernador) fue analizar lo que es una posible reestructuración de la deuda, pero no en función de que no se tenga capacidad de pago o que represente un problema mayor para Veracruz, sino en función de todo lo que está pasando en el mundo y en el país”, justificó.
Y añadió: “es un proceso de negociación y de conveniencia para tratar de mejorar las condiciones que prevalecen en lo que es la deuda pública. Yo creo que el proceso de refinanciamiento puede ser muy saludable, pero muy saludable, si se logra abatir tasas de interés y si se logra ampliar plazo. Eso le permitirá una enorme solidez, una mayor solidez a las finanzas públicas del estado y evitará que en un momento dado por razones no propias de la entidad, sino por razones de presiones externas pudiéramos tener algún problema adicional”. 
¿Así, o más claro? No es porque quieran. Es porque no les queda de otra.

Twitter: @yeyocontreras



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