APRETÓN A LOS MEDIOS

Si los recortes que se han aplicado a buena parte de los medios de comunicación en Veracruz tienen en jaque muchos que de lo único que vivían era de la prebenda oficial, cuando se enteren de lo que viene, se van a desmayar.
En el eje de Acuerdos para la Gobernabilidad Democrática del Pacto por México, se contempla un apartado para medios de comunicación, en el cual se establecen las bases para regular la contratación de publicidad oficial con éstos.
Dicho capítulo establece que “para transparentar y racionalizar los recursos que el Estado invierte en publicidad en los medios de comunicación, se creará una instancia ciudadana y autónoma que supervise que la contratación de publicidad de todos los niveles de gobierno en medios de comunicación se lleve a cabo bajo los principios de utilidad pública, transparencia, respeto a la libertad periodística y fomento del acceso ciudadano a la información”.
Además, se propone establecer un límite en el ejercicio del gasto en publicidad de cada entidad pública en proporción a su presupuesto, salvo las situaciones de emergencia vinculadas a protección civil o salud.
Lo que en apariencia se busca es terminar con el dispendio en medios que no representan nada, que circulan sólo en las oficinas de comunicación social de las dependencias (o en sus baños), y cuyo objetivo no es informar sino alabar a quien le paga y vituperar a quien no lo hace.
En Veracruz hay exquisitos ejemplos de periódicos que no sirven ni para envolver papayas, cuyas noticias principales, todos los días, invariablemente, son los boletines del Gobierno del Estado, y cuyos “columnistas estrella” se dedican a reproducir lo que les dictan en las oficinas de Comunicación Social, ya sea para defender hasta la ignominia a algún funcionario, que para atacar a sus adversarios y apalear a sus críticos. Obviamente, luego de una “módica ayuda” que se les deposita en sus cuentas bancarias.
Si la intención es que la publicidad oficial se coloque en medios con circulación certificada, penetración comprobada y calidad manifiesta, bienvenida. Pero no deja de generar suspicacias respecto de sus verdaderos fines.
Sobre el actual Presidente de la República pesa el señalamiento de que su candidatura para acceder a su encargo fue una mera construcción mediática, así como el hecho de que no es tolerante a la crítica, lo que le ha costado salir de las pantallas de televisión a algunos comunicadores no afines.
Así que llama la atención esta repentina vocación por “transparentar y racionalizar los recursos que el Estado invierte en publicidad en los medios de comunicación”. Habrá que ver hasta dónde se llega y si no es solamente una simulación para asfixiar económicamente a los medios que no sean sus “aliados”, como les gusta llamarlos en Veracruz desde el poder.
Y por lo que hace al gobierno veracruzano, es la misma historia. Que la publicidad oficial se le asigne a quien se la merezca, y no a quienes doblan la cerviz para estirar la mano, o peor aún, a quienes pasan su plumaje por el fango del tráfico de influencias y el conflicto de intereses, y sí se mancha.

Twitter: @yeyocontreras


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