ABYECCIÓN, SIMULACIÓN Y ACTOS ANTICIPADOS DE CAMPAÑA
Fotografía: Twitter de Claudia Sheinbaum |
El arranque de las precampañas que según
Morena no son precampañas, sino “recorridos” para hablarle a la militancia de
ese partido, son la continuación de la espiral de ilegalidad con la que los
principales aspirantes a la candidatura presidencial del partido oficial se han
promovido electoralmente desde hace meses.
Cientos de espectaculares, bardas, pendones,
gallardetes, mantas y demás propaganda encubierta y engañosa se ha desplegado a
lo largo del territorio nacional, con el fin de posicionar la imagen de esos
políticos que se pretenden vender como la “continuidad” de la autoproclamada
“cuarta transformación” y del obradorato.
Todo eso, violando flagrantemente la
Constitución, que prohíbe expresamente la promoción política personal de
funcionarios y los actos proselitistas fuera de los tiempos para ello establecidos
de manera muy precisa en la norma.
A ese enorme cúmulo de irregularidades ahora
hay que sumar un proceso que es una verdadera tomada de pelo, porque se lleva a
cabo meses antes de las fechas determinadas legalmente para que los partidos
políticos inicien formalmente sus precampañas para definir a sus candidatos.
Morena tuerce la ley –su especialidad- y
anuncia que la campaña descarada que llevan a cabo Claudia Sheinbaum, Marcelo
Ebrard, Adán Augusto López y de relleno Ricardo Monreal, Gerardo Fernández
Noroña y el verde Manuel Velasco, no es para definir la candidatura
presidencial, sino al “coordinador de los comités de defensa de la cuarta
transformación”, figura que ni siquiera existe en sus estatutos, pero que les
sirve de pretexto para mantenerse en campaña permanente. Lo único que, en
realidad, saben hacer bien.
Solo que esas campañas son, además de
completamente ilegales, un derroche monstruoso que, de entrada, contradice el
discurso de la pretendida austeridad y honestidad.
Lo que se han gastado las tres principales
“corcholatas” de Morena es una millonada de dinero de dudosa procedencia. O no
tan dudosa, pensándolo bien. El presupuesto del gobierno de la Ciudad de
México, así como los de la Cancillería y la Secretaría de Gobernación han sido
y siguen siendo despilfarrados en fatuas campañas sin contenido, que buscan
posicionar nombres e imágenes en el imaginario colectivo, pero que están
completamente vacías de significado, de propuesta y de soluciones.
Lo único que Sheinbaum, Ebrard y Adán Augusto
proponen es continuar con la “obra” de Andrés Manuel López Obrador –lo cual
puede prestarse a diferentes interpretaciones- y pareciera que lo que en
realidad disputan es demostrar quién es más servil, abyecto y, valga la
expresión, arrastrado con el único factor de poder y decisión en ese amasijo
amorfo que es la “4t”.
Este lunes, Ebrard tomó la iniciativa y
pisoteando las medidas cautelares determinadas por el INE y ratificadas por el
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, propuso crear, de ser
el próximo presidente de México, un nuevo ente burocrático denominado
“secretaría de la cuarta transformación”, que por su solo nombre se antoja como
un organismo sectario y excluyente, exactamente lo contrario de lo que debería
ser un órgano del Estado.
Pero eso no fue lo peor. Ebrard –que todavía
algunos despistados consideraban como la “menos mala” de las “corcholatas”- se
sumergió varios metros bajo el nivel del suelo para arrastrarse de manera más
profunda y proponer que el encargado de esa dependencia fuera uno de los hijos
del presidente, Andrés López Beltrán, el de la llave de los contratos en el
gobierno de su “papi”, quien de inmediato y muy “amablemente” lo mandó al
diablo, pues él no es el “elegido” de “ya saben quién”.
Mientras tanto, el resto de los aspirantes a
la candidatura se lanzó por el país en costosas campañas de proselitismo
hundidas en la opacidad, pues al no ser un proceso oficial de selección de
candidatura, no hay manera de fiscalizarlas. Aunque sí de contabilizar los
gastos, que debieran ser incorporados luego a sus cuentas de topes de campaña.
De camino a Oaxaca, Claudia Sheinbaum se dejó
querer por los diputados del oficialismo en el aeropuerto de Veracruz, a donde
“espontáneamente” llegaron hordas de “fans” a vitorearla y corear
“pre-si-den-ta”. ¿Pues qué no estaban buscando la coordinación de los comités
de defensa de la dizque 4t”?
No hay que moverle mucho. En las narices de
toda la nación, quienes pretenden gobernarla el siguiente sexenio burlan la ley
que después jurarán cumplir y hacer cumplir, con desplantes de ambición
desmedida que no están exentos de juego sucio y propaganda negra entre ellos
mismos.
En Veracruz la cosa no es tan diferente,
aunque aquí los que se promueven para buscar la gubernatura ni siquiera se han
tomado la molestia de renunciar a sus actuales encargos públicos.
México y Veracruz convertido en un circo de
tres pistas, con abundante presencia de payasos.
¿Y
la oposición?
Perdón. ¿La qué?
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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