LOS SIMULADORES
Fotografía: ASF |
Cuando ya nadie se acordaba de ellas, las denuncias de la
Auditoría Superior de la Federación (ASF) contra el Gobierno del Estado de
Veracruz han vuelto a sacudir al grupo gobernante, que una vez más fue exhibido
como un chapucero.
Lo publicó el fin de semana el periódico capitalino
Reforma y está confirmado por la Auditoría Superior de la Federación en su
página Web: hay 15 denuncias penales contra la administración de Javier Duarte
de Ochoa por la simulación de reintegros de fondos federales cuya aplicación en
los programas para los que estaban destinados no fue acreditada. Se puede
consultar en el siguiente link: http://www.asf.gob.mx/Section/65_Denuncias_penales
Dichas denuncias fueron presentadas por la ASF ante el
Ministerio Público federal los días 11, 12, 13 y 20 de noviembre de 2014, y se
encuentran en la fase de integración de las carpetas de investigación por parte
de la Procuraduría General de la República.
Lo que se denuncia es una práctica recurrente de las
administraciones de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa que ha sido
ampliamente reseñada: cuando la ASF realiza una observación sobre uso
injustificado o sin comprobación de fondos federales, el gobierno de Veracruz
ha procedido a reintegrar la cantidad observada por el órgano fiscalizador a
una cuenta bancaria, la cual le extiende la ficha de depósito correspondiente,
misma que se usa como comprobante de “solventación”.
El engaño ocurre cuando una vez que la ASF daba por
solventada la irregularidad, de inmediato, el Gobierno de Veracruz volvía a
disponer del dinero, vaciando la cuenta y dándole un uso sólo conocido por
quienes realizaron esta operación, que es a todas luces irregular, fraudulenta,
delictiva.
Y para no variar, los recursos federales cuyo reintegro
fue simulado por el gobierno veracruzano corresponden a los fondos de
Aportaciones para la Educación Básica, de Aportaciones para los Servicios de
Salud, y de Aportaciones para la Seguridad Pública.
Para decirlo claro, se trata del mismo hoyo negro que le
ha sido señalado al gobierno veracruzano por la Auditoría Superior de la
Federación desde inicios de este año, y que según el gobernador Javier Duarte
ya había sido “solventado”, por lo cual las denuncias presentadas ante la PGR,
según sus dichos, “carecían de sustancia”.
Pero lo único insustancial es la credibilidad de este
gobierno, que al verse exhibido en una nueva “transa” y un nuevo engaño a los
ciudadanos veracruzanos, dirigió sus baterías y a sus esbirros en contra del
órgano fiscalizador federal, al que acusó de mentir y de querer “dañar” a
Veracruz.
Ahora queda claro por qué el anuncio del inicio de los
procesos administrativos sancionadores en contra de los ex funcionarios estatales
a los que pretende cargarse todo el peso de los desvíos de ésta y la anterior
administración se quedaron en el mero escándalo mediático, como lo hizo patente
el ex secretario de Finanzas Mauricio Audirac en la carta en la que afirmó no
haber sido notificado de procedimiento alguno en su contra.
Y es que si la Contraloría General del Estado no ha
solventado las observaciones de la ASF y las denuncias ante la PGR siguen su
curso y en pie, ¿de qué van a acusar a Audirac y los demás ex servidores
públicos defenestrados, que no sea imputable también a otros funcionarios en
activo, hasta el más alto nivel de responsabilidad en el estado?
Pero hasta en eso simulan.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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