MUJERES, MASACRADAS POLÍTICA E INSTITUCIONALMENTE
Mientras
en los medios y en las redes se daban debates bizantinos –y algunos ciertamente
bizarros- sobre si los hombres pueden y/o deben acompañar a las mujeres en las
protestas públicas, o bien si un feminicidio era más importante que otro, en
Veracruz este fin de semana otras cuatro mujeres fueron asesinadas. Impune y
brutalmente.
Dos
mujeres fueron privadas de la vida en Pánuco, al norte del estado. Otra en Las
Choapas, en la zona sur. Una más en Orizaba. Todas, en medio de las marchas de
protesta por el asesinato en Puebla de la estudiante xalapeña Mara Fernanda
Castilla Miranda.
Con
estos crímenes, el número de mujeres asesinadas en territorio veracruzano en lo
que va del año 2017 aumentaría a 173. Una auténtica masacre que ya debería
haber provocado un escándalo internacional, pero cuyos efectos mediáticos y
sociales son contenidos desde el poder político, que con enviar condolencias y
anunciar que se aplicará “todo el peso de la ley”, siente que se lava la cara y
continúa en lo suyo, que no es precisamente procurar el bienestar de la
población.
Tan
no le importa a la clase política el aniquilamiento sistemático de mujeres, que
a pesar de que existe una Alerta de Violencia Género emitida por la Comisión
Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim),
en la que entre otras cosas se pide al Poder Legislativo modificar el Código
Penal para el Estado de Veracruz para ampliar las causales de interrupción
legal del embarazo en la entidad, en el Congreso del Estado se alistan para
impedirlo.
Está listo el dictamen de las comisiones unidas
de Justicia y Puntos Constitucionales, para la Igualdad de Género y de Derechos
Humanos y Atención a Grupos Vulnerables, en el que se “declara improcedente
dictaminar en sentido positivo la iniciativa con proyecto de decreto que
reforma los artículos 149, 150 y 154 del Código Penal”.
Dicha iniciativa de decreto fue presentada por
la diputada local por el Distrito de Xalapa rural, Tanya Carola Viveros
Cházaro, y en la misma se buscaba dar cumplimiento a las recomendaciones de la
Conavim, eliminando los plazos para permitir la interrupción del embarazo en
caso de violación, incluyendo que el riesgo en la salud de las mujeres sea
considerado como causal, y permitiendo la interrupción hasta las 12 semanas de
gestación.
El fuerte y violento activismo de los sectores
más conservadores, ligados en especial a la Arquidiócesis de Xalapa, en contra
de que los diputados y el Estado como ente político cumplan con lo que es su
obligación, hizo que al régimen yunista le temblaran las corvas, por lo que sus
diputados, la bancada del PAN –que ya consiguieron una mayoría artificial en la
LXIV Legislatura- fueron instruidos para darle “palo” a la iniciativa, que
sería sometida a votación este mismo martes 18 de septiembre, cuando sesione la
Diputación Permanente. Claro, si es que hay quorum, porque en el Congreso
siguen peleando… pero por la Presidencia de la Junta de Coordinación Política.
Si como todo indica no se reforma el Código
Penal y se incumple con las recomendaciones de la Conavim, se emitirá una
segunda Alerta de Violencia de Género, ésta por Agravio Comparado, lo que
colocaría a Veracruz como el único estado del país en esa condición de
desamparo institucional para las mujeres, incumpliendo además con la Ley
General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y violando la
propia Constitución General de la República Mexicana.
Y así, junto con la masacre de violencia y
sangre de la que son víctimas, a las mujeres se les continuará masacrando en
Veracruz, política e institucionalmente.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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