OPACIDAD, DISCRECIONALIDAD Y CINISMO EN EL CONGRESO
Fotografía: archivo |
El
tema del manejo opaco de los recursos al interior del Poder Legislativo del
estado de Veracruz sigue siendo materia de controversia, más allá de los
pleitos internos de los diputados locales.
Como
señalamos en la anterior entrega de la Rúbrica, la diputada local del PAN
Cinthya Lobato hizo explotar una bomba en el Congreso del Estado por sus
acusaciones en contra del coordinador de su propia bancada, Sergio Hernández
Hernández, a quien se le escucha increpar por el manejo discrecional de los
recursos que tanto él como todos los líderes de las bancadas reciben para
usarlo, supuestamente, en tareas de apoyo a actividades legislativas.
Dicha
ministración de recursos está incluso contemplada en la Ley Orgánica del Poder
Legislativo y en el Reglamento para el Gobierno Interior del mismo, que
establece que son derechos de los diputados recibir “una dieta mensual,
compensaciones, subsidios, ayudas y demás percepciones necesarias para el
cumplimiento de sus funciones legislativas, de control, de representación y
gestoría”.
Sólo
que tal parece que al establecer la normatividad vigente que se trata de un
“derecho” de los diputados, esto les hizo creer a los legisladores que pueden
hacer lo que quieran con este dinero que reciben del Poder Legislativo y que,
por consiguiente, se trata de recursos públicos de los veracruzanos.
Como
mencionábamos en la columna anterior, el coordinador de la bancada de Morena,
Amado Cruz Malpica, admitió que sí reciben estos apoyos, que en el caso de su
partido son del orden de un millón 200 mil pesos mensuales. El Grupo
Legislativo del PAN recibiría un millón 600 mil pesos, y así el resto de las
fracciones parlamentarias, en proporción con su número de integrantes.
Pues
nada, absolutamente nada de ese dinero está debidamente transparentado y mucho
menos fiscalizado. Sólo los diputados saben qué es lo que hacen con esos
recursos, pues no están obligados a justificar su uso.
Así
lo confirmó la diputada local del PAN y presidenta de la mesa directiva de la
LXIV Legislatura del Estado, María Elisa Manterola Sáinz, quien defendió la
opacidad y la discrecionalidad en su aplicación: “habrá diputados que su dinero
lo pueden ocupar en lo que quieran. A ver, si yo quiero ocupar el dinero de
este mes que me toca en el bautizo de mi hijo, (...) si un diputado quiere
agarrar su recurso e irse de vacaciones con su familia, ese dinero lo damos
para labores legislativas y de comisión”.
¿Es
justificable que un recurso que como los mismos diputados admiten, se les
entrega para labores legislativas y de comisión, se utilice en pagarse
vacaciones y fiestas familiares, o en tareas de promoción política
partidista-electoral? Para ellos, tal parece que sí.
Por
más que intenten tapar el sol con un dedo, y aun cuando el origen del
enfrentamiento entre los diputados panistas sea de índole político-electoral
con tintes personales, lo que es una realidad es que no existe una verdadera rendición
de cuentas ni más ni menos que en donde se encargan de elaborar las leyes que
rigen al estado de Veracruz y se revisan los manejos de los recursos de las
administraciones municipales y estatal, lo cual abona a la desconfianza y a la
pésima imagen que los ciudadanos tienen de los legisladores de todos los
partidos, en todos los niveles.
Porque
a la opacidad y la discrecionalidad, todavía hay que agregar el cinismo.
Email:
aureliocontreras@gmail.com
Twitter:
@yeyocontreras
Comentarios
Publicar un comentario