PAVOR A UNA ALIANZA OPOSITORA
Fotografía: El Heraldo de Xalapa |
Por la virulenta respuesta
que ha dado a través de sus sicarios cibernéticos, el grupo político que
gobierna en Veracruz desde hace casi once años tiene verdadero pavor a que se
concrete una alianza opositora que los enfrente en los comicios del año
entrante.
A través de un sinnúmero
de correos electrónicos masivos enviados desde diferentes cuentas, y
confeccionados con lujo de vulgaridad por mercenarios a quienes sólo les falta
una letra y una coma para declararlos analfabetas funcionales, el gobierno estatal
comenzó a replicar la misma estrategia aplicada en el proceso electoral de
2013: intentará reventar, a como dé lugar, cualquier propuesta de alianza
opositora que ponga en peligro la permanencia en el poder de ese grupo, que se
siente seriamente amenazado ante la posibilidad de que se le llame a cuentas
por todos los abusos cometidos.
Por eso se han dedicado a
denostar desde diferentes frentes la idea de que el PRD y el PAN puedan ir
juntos en una coalición electoral. Recurren al gastado sofisma de la unión del
agua y el aceite, de la incompatibilidad ideológica entre ambas fuerzas
políticas, e insisten en la “mezquindad” de que se unan solamente para alcanzar
el poder y arrebatárselo a los fidelistas que han llevado a Veracruz a la ruina
durante la última década, lo cual sería una razón más que suficiente para
justificar dicha asociación.
Pero para que quede
claro: hace varios años que las ideologías fueron hechas a un lado de la arena
electoral. El pragmatismo es lo que impera a la hora de concretar alianzas
políticas. Y en ello no se diferencian en nada ninguno de los partidos políticos
en México. Hasta el lopezobradorismo, con todo y el “aura de pureza” con la que
insiste en presentarse, ha hecho alianzas con verdaderos canallas de la
política, como los dirigentes del PT y de Movimiento Ciudadano (antes
Convergencia). Nadie se salva. Y es, en cierta medida, la naturaleza misma de
la política. Tampoco hay que asustarse por eso.
Lo que sí aterra al
duartismo-fidelismo es que una alianza PAN-PRD -a la que ahora ha coqueteado
con sumarse el partido Encuentro Social- encabezada por el diputado federal
Miguel Ángel Yunes Linares como candidato a la gubernatura, tendría posibilidades
reales de ganar una elección, más allá de las pasiones y enconos que despierta
este político, que en 2010 obtuvo la votación más alta en la historia del PAN
en Veracruz.
Además, a pesar del
descrédito del PRD y de la división interna del PAN en Veracruz, son éstos los
partidos de oposición que cuentan con la mayor estructura política en el estado
y eso los hace competitivos, ya que les da margen de operación para hacer
campaña y para resistir los embates del régimen el día de la jornada.
En cambio, el PRI tiene
como aliados a dos “cascarones” vacíos e inútiles, los partidos Verde
Ecologista y Alternativa Veracruzana, cuya estructura es inexistente y en los
últimos comicios en la entidad no sólo se han colgado del PRI, sino que de
manera descarada, sobre todo el primero, han postulado como candidatos a
priistas embozados, lo que demuestra que ni militantes tienen. Pero a pesar de
ello, les dan un trato como si de verdad fueran unos “trabucos” electorales. La
reciente reunión del gobernador Javier Duarte con los dos cabecillas de ese
partido, Emilio González Martínez y Arturo Escobar y Vega (quien se supone
debería estar trabajando en la Secretaría de Gobernación y no haciendo grilla
electoral), es sintomática.
Sólo que no hay que
olvidar que en la última elección federal en Veracruz, en números globales, el
PRI y su aliado el PVEM obtuvieron únicamente 918 mil votos en todo el estado,
mientras que en su conjunto, los demás partidos alcanzaron un millón 479 mil
206 sufragios. Y aun cuando una elección estatal tiene una dinámica totalmente
diferente, el referente es válido y muy reciente.
¿Verdad que sí está de
miedo?
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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