COALICIONES EN RUTA DE COLISIÓN
En las próximas dos semanas sabremos quiénes
serán las y/o los candidatos presidenciales de las coaliciones oficialista y
opositora, aunque formalmente vayan a ocupar un eufemismo –uno más ridículo que
el otro- para darle la vuelta a la ley y nombrarse de una cierta manera hasta
que la legislación les permita asumirse como abanderados.
Contra lo que se pensaba, ninguno de los dos
procesos ha resultado un día de campo para ningún contendiente. Ni siquiera en
la coalición obradorista, donde la verticalidad que distingue a ese grupo hacía
pensar en una contienda más bien “planchada”, aun cuando el resultado siga considerándose
que será el que se previó desde el principio.
Sin embargo, Marcelo Ebrard ha decidido
doblar su apuesta y cuestionar públicamente lo que siempre fue tan evidente
como que el agua moja: que todo el aparato del régimen está puesto al servicio
de Claudia Sheinbaum, incluidos recursos financieros y humanos, propaganda y
propagandistas tanto de casa como externos a la “4t” –con algunos casos
realmente lamentables, en los que el prestigio fue rematado a cambio de alguna
promesa que quién sabe si les cumplirán-, y un proceso de definición
completamente amañado y elaborado para que “gane” quien siempre ha sido la
“corcholata” favorita del presidente.
La semana pasada, Ebrard le puso “el cascabel
al gato” llamando a las cosas por su nombre e incluso negándose a aceptar a las
encuestadoras que ya tienen preparado un “traje a la medida” para Claudia
Sheinbaum, lo que le valió la consabida lluvia de improperios y vulgaridades del
ala radical obradorista, que no admite disidencia alguna ni tolera que desde
dentro se señalen sus taras.
Eso no quiere decir que el ex canciller vaya a
atreverse a llegar hasta un punto de rompimiento frontal con el régimen del que
forma parte, pues sabe bien las consecuencias que eso podría tener para él. La
persecución que se desataría sería furiosa y probablemente con toda la fuerza
del Estado. Pero al mismo tiempo, sabe bien que se está jugando “su resto” y
que ésta es su última oportunidad para buscar la candidatura presidencial.
Es incierto lo que Ebrard hará cuando en
Morena se consume lo que estaba decidido desde el principio. Sin embargo, tan solo
un alejamiento suyo de la campaña morenista le haría una fuerte mella a la
misma, sumado a lo que el otro aspirante maltratado por el “movimiento”,
Ricardo Monreal, pueda hacer para cobrar las facturas que hasta ahora se ha
guardado.
En la trinchera de la coalición opositora no
ha sido menos complejo. Los tres partidos que la lideran, PAN, PRI y PRD, están
atrapados en un “matrimonio por conveniencia” en el que las insidias,
infidelidades y traiciones no han faltado, pero de donde nadie se va porque eso
significaría prácticamente desaparecer.
A la recta final de su proceso interno –en el
que, a diferencia del oficialista, sí va a haber una elección- llegaron dos
mujeres, ambas senadoras de la República: Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes. La
primera, con el carisma y discurso populachero que conectan con un electorado
que se ha acostumbrado precisamente a eso; la segunda, una experimentada
política con gran solvencia intelectual, pero con la pesada carga de
representar al priismo más dinosáurico, al que la ciudadanía ya le dio la
espalda.
Con la declinación de Santiago Creel en favor
de Xóchitl Gálvez de este lunes, los pronósticos dentro del Frente opositor
volvieron a emparejarse, aunque Beatriz Paredes tiene a su favor dos cosas: la
estructura priista que aún existe y que puede ser movilizada por el partido el
día de la elección interna; y el impulso que el propio régimen le está dando,
al considerarla una candidata más “conveniente” que Gálvez precisamente por lo
anteriormente expuesto sobre lo que su imagen asociada al PRI representa.
Aunque hay que precisar algo de manera muy
puntual: Xóchitl Gálvez no puede aspirar a derrotar al obradorato –quien sea
que lo represente al final- si no es capaz de vencer antes al PRI en esta
primera fase. Por lo que la elección del 3 de septiembre será la verdadera
prueba de su capacidad de convocatoria y de sus posibilidades de ser realmente
competitiva.
De lo que se resuelva en las próximas dos
semanas en ambas trincheras, dependerá el futuro del país.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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