PRIISMO DE CLÓSET EN EL GOBIERNO DE VERACRUZ
Las respuestas pusilánimes ofrecidas por el
gobernador Cuitláhuac García Jiménez y su primo hermano, el subsecretario de
Finanzas Eleazar Guerrero, luego de la exhibición mediática de la operación
político-electoral que se fragua desde las dependencias del gobierno
veracruzano, es una muestra más de cómo la autoproclamada “cuarta
transformación” en Veracruz no es más una mera extensión del priismo más
rancio.
Como en su momento lo hicieron cualquiera de
los políticos que los precedieron en el poder, Cuitláhuac y el “orgullo de su
nepotismo” hicieron gala de cinismo queriendo engañar a la gente con la
mafufada de que las instrucciones que se oye dar al ex priista Ulises Rodríguez
Landa a empleados de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, para que
conformen una estructura electoral en los seccionales de Xalapa, son
actividades “de fin de semana” que se realizan a partir de las “convicciones
partidistas”.
Lo mismo decían, palabras más o menos, Fidel
Herrera Beltrán, Javier Duarte de Ochoa o Miguel Ángel Yunes Linares –que nunca
dejó de ser priista en su fuero interno y en sus prácticas políticas- cuando se
evidenciaba el descarado uso y desvío de recursos públicos para favorecer a sus
partidos y candidatos. Pretextos y falacias al amparo de la sensación de
impunidad que da el poder y que, a excepción de Duarte, los otros han gozado
plenamente. Y que los actuales también creen que van a tener cuando termine este
gobierno.
Pero la actitud de los que todavía se atreven
a decir que “no son iguales” a “los de antes” es aún más oprobiosa, porque se
envuelven en una bandera de inexistente “superioridad moral” para justificar
sus delitos electorales, sus desvíos de recursos y su pésimo manejo de la
administración del estado de Veracruz. De ahí que muy seguido se escuchen o se
vean en las redes frases como “no son iguales, son peores”, lo cual se
esfuerzan denodadamente en demostrar.
El régimen de la “transformación” en Veracruz
está plagado de priistas de clóset, como el jefe de la Unidad Administrativa de
Seguridad Pública Ulises Rodríguez o el propio Eleazar Guerrero Pérez, quien
quisiera borrar de su pasado cuando contendió por la presidencia municipal de
Jilotepec arropado por la “fidelidad” en 2010. Perdió esa elección, por cierto.
Así varios más en el gobierno de Cuitláhuac
García, que creen que nadie recuerda su pasado fidelista, duartista o hasta
yunista y que ahora se dicen de “izquierda”, contrarios al “neoliberalismo” y a
las “oligarquías”, que se aprendieron “El necio” de Silvio Rodríguez para estar
en “sintonía” con el discurso panfletario del régimen, pero que siguen actuando
igual que siempre.
Así ha brotado la suciedad de una
administración en la que también se han
creado empresas fantasma y asociaciones fachada para desviar millonarios
recursos a través de contratos con el mismo gobierno, como en el caso de Araly
Rodríguez o el de “Unidos Todos”; que coacciona empleados gubernamentales y
beneficiarios de programas clientelares para que llenen plazas públicas (no
solo el Zócalo, también lo hicieron en plaza Lerdo durante la campaña de
“revocación de mandato”) cual si fueran ganado; y como quedó claro con el audio
de Ulises Rodríguez Landa, que utiliza a los burócratas para crear una
estructura electoral que salga a “mapachear” en los comicios que se celebrarán
el año entrante en la entidad. Igual como cuando exhibieron al entonces
secretario duartista de Finanzas Salvador Manzur haciendo lo mismo hace más o
menos una década.
¿De qué se vanaglorian en el morenato, si
hacen exactamente lo mismo que criticaban cuando eran oposición (los que
estaban en la oposición)? ¿En qué son diferentes, si hasta reclutaron voceros, textoservidores
y sicarios digitales del pasado para difundir falacias y agredir a sus críticos
y oponentes?
En su esencia, su praxis y sus formas, el
gobierno de Cuitláhuac García es más priista que varios del PRI. Y así se
comportan.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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