EL VERDADERO “TESTAMENTO” DE LÓPEZ OBRADOR
Fotografías: archivo |
A estas alturas del sexenio, está de más
recordarle al régimen de la autoproclamada “cuarta transformación” que decía
ser diferente, que iba a acabar con la corrupción, que defendería la libertad
de expresión y que cambiaría para bien al país.
Solo quienes tienen un interés fincado en la
“4t” (político o económico), padecen ceguera y sordera intelectual o de plano
son vulgarmente cínicos, pueden seguir afirmando que México “va de maravilla” y
que los vicios del pasado han sido erradicados.
No existe un solo indicador, uno solo, que
demuestre una mejoría en la calidad de vida de la población, que se degrada con
celeridad al ritmo de una inflación galopante, una economía contraída y de una
violencia inclemente y sanguinaria, que afecta todos los órdenes de la vida del
país.
Uno de esos órdenes es el del periodismo, que
en México se sigue ejerciendo bajo riesgo propio, en condiciones de trabajo deplorables
y atacado por todos los factores reales de poder cuando la labor informativa
afecta sus intereses.
Si bien la violencia contra periodistas en
México no es un fenómeno reciente y solo atribuible a la coyuntura actual, sí
se ha recrudecido durante el presente sexenio, en el que ya se contabilizan por
lo menos 28 asesinatos de comunicadores de acuerdo con Artículo 19, al mismo
nivel ya del gobierno anterior. Y eso tiene total lógica cuando desde el
“púlpito presidencial” llevan tres años denostando a los críticos,
exponiéndolos a linchamientos mediáticos –que han estado cerca de volverse
físicos en varias ocasiones- y hasta creando una sección especial en la
conferencia matutina para agredirles, difamarlos y producirles descrédito.
Claro que eso se refleja en la violencia de a de veras.
Esa violencia se reproduce con tremenda
virulencia en las entidades federativas, donde los periodistas suelen estar aún
más desvalidos, lejos de los reflectores de los medios del Altiplano y en donde
las agresiones suelen ser ignoradas… hasta que se convierten en homicidios.
Así, en Veracruz se asesinó al primer
periodista de 2022. Y días después circuló como si nada un libelo en video con
amenazas de muerte y calumnias contra varios periodistas. En Puebla, a los constantes
ataques del gobernador contra los comunicadores se suman los de las redes de
Morena, que se dedican a hostigar a quienes tienen el valor de exhibir las
corruptelas del gobierno.
Ambos gobernadores, Cuitláhuac García y
Miguel Barbosa, de los peores del país. Intolerantes, incompetentes y
corruptos. Pero “bendecidos” por el presidente Andrés Manuel López Obrador, el
principal animador de la violencia contra periodistas en México.
Es ése, y no el que pretende, su verdadero
“testamento” para México.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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