LA REINSTAURACIÓN DE LA "MAPACHERÍA DE ESTADO"
Fotografía: Regeneración |
La primera gran iniciativa lanzada por lo que
será el próximo régimen gobernante en México resultó, además de una gigantesca
tomadura de pelo, una grotesca reedición de las peores prácticas para manipular
a las masas.
La “consulta” convocada por Morena y el
presidente electo Andrés Manuel López Obrador para “definir” la ubicación del
próximo aeropuerto de la Ciudad de México es una enorme farsa plagada de
irregularidades que, por sí mismas, harían inválido este mecanismo. Aunque
desde su mismo diseño no tiene ningún valor legal, pues no cumple con ninguno
de los requisitos establecidos en la Constitución General de la República
Mexicana para llevar a cabo este tipo de ejercicios. Eso ya se sabía.
Lo nuevo es que quienes durante doce años
gritaron y señalaron el fraude del que supuestamente fueron víctimas, ahora organizaron
una “consulta” a los ciudadanos replicando esos mismos vicios que antes
denunciaban y que llevaron a establecer una serie de controles que encarecieron
brutalmente el sistema electoral mexicano.
En medios, redes sociales y distintas
plataformas se exhibió que la “consulta” no tiene control alguno. Por todos
lados se evidenció que se podía votar cuantas veces se quisiera mientras se
cambiara de casilla, tanto en la Ciudad de México como en otros lados. Veracruz
no fue la excepción.
La aplicación que supuestamente registra la
votación y que tendría que impedir la duplicación de los sufragios simplemente
no sirvió. La tinta con la que se marcó el dedo de quienes acudieron a las
improvisadas urnas se borra con facilidad. Existe absoluta opacidad respecto de
cómo y quién resguardará esos votos para que no sean manipulados. No hay
ninguna certeza de que se vaya a dar protección a los datos personales de los votantes.
Y no existen medios de impugnación para inconformarse por los resultados o por
la manera como se desarrollan las jornadas, que durarán cuatro días.
Por otra parte, el clarísimo sesgo que desde
su convocatoria tuvo la “consulta” le quita cualquier traza de legitimidad. Sus
promotores indujeron todo el tiempo el sentido de la votación para favorecer a
una de las opciones. Las urnas se colocaron en demarcaciones en donde Morena
tiene presencia y ganó las pasadas elecciones. Y en el colmo del despropósito,
¡no hubo urnas en ningún aeropuerto! La opinión de los usuarios reales de las
terminales aéreas no fue importante para los consultantes.
En suma, la “consulta” lopezobradorista es un
completo desastre que bajo ninguna circunstancia debería ser tomada en cuenta con
un instrumento válido para la toma de decisiones de un gobierno serio y
responsable. Menos, para definir una obra como un aeropuerto, que además de la
millonaria inversión, implica poner en juego las vidas de millones de personas
que en el corto plazo usarán sus servicios.
Pero lo peor de todo es el engaño. Quienes de
buena fe acudieron y acudirán a emitir una opinión sobre un tema del que la gran
mayoría de la población desconocemos sus implicaciones técnicas, son víctimas
de un mañoso y calculado ardid para legitimar una decisión que ya ha sido
tomada con antelación, haciéndoles vivir la ilusión que de verdad están siendo
tomados en cuenta por la nueva clase gobernante.
Mientras se reinstaura la “mapachería de
Estado” a su máxima potencia.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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