VANDALISMO OFICIAL
Fotografía: Oscar Martínez/ AVC Noticias |
Llamó poderosamente la atención la organización de los
grupos que realizaron ataques a instalaciones del Instituto Nacional Electoral
en varios estados, y en el de Veracruz, además, a una oficina de la Secretaría
de Desarrollo Social.
Todos los actos vandálicos –terroristas, los llamaron
algunos en las redes sociales– tuvieron denominadores comunes que revelan una
premeditación y preparación que no es usual en grupos marginales. Y sí, en
cambio, en aquellos que han recibido alguna clase de entrenamiento.
También llamó la atención que a pesar de que en ciudades
como Xalapa se avisó que se iban a realizar las “tomas” de las instalaciones
del INE, con el propósito de que se desalojara al personal, las autoridades no
acudieron a resguardarlas sino hasta mucho tiempo después de que los grupos de
“anarquistas” realizaron destrozos.
En cambio, cuando por fin se presentaron, las “fuerzas
del orden” se dedicaron a hostigar a transeúntes jóvenes que caminaban por las
zonas donde fueron los ataques, a sabiendas de que los agresores ya se habían
retirado.
Como mencionamos en la anterior entrega de esta columna,
lo único que persiguen este tipo de estrategias de violencia es inhibir la de
por sí paupérrima participación ciudadana que se espera para los comicios del
próximo domingo. Sembrar el miedo entre los electores para que, sumado al
desinterés, la desidia o la indecisión, decidan no arriesgarse a acudir a las
urnas para votar.
Lo hemos dicho antes. El gran beneficiario del
abstencionismo es el partido que cuenta con la estructura más grande. El que
tiene los medios y los recursos para movilizar su “voto duro” –o pagado–
durante la jornada electoral. Y ése no es otro que el Partido Revolucionario
Institucional.
A pesar de sus cuentas alegres, la verdad es que el PRI
llega al final de la contienda desgastado, con una pésima imagen entre los
ciudadanos, no obstante lo cual se mantiene a la cabeza en la intención del
sufragio. Pero con márgenes tan pequeños que no le darán, ni por asomo, la
mayoría absoluta en la Cámara de Diputados que anhelaba el presidente Enrique
Peña Nieto, quien junto con el deplorable trabajo de varios gobernadores
priistas, es el principal responsable de la caída del tricolor en las
tendencias.
En política, rara vez hay coincidencias y situaciones
fortuitas. Al menos en Veracruz, resulta muy sospechosa la manera como se
vandalizaron oficinas públicas, a plena luz del día y en el centro de la
capital del estado, sin que intervinieran elementos policiacos ni militares,
siendo estos últimos los responsables de resguardar los recintos electorales
federales.
Y también, al menos en Veracruz, se nota el estilo porril
de intervenir en cuestiones políticas del grupo que ha gobernado la entidad los
últimos diez años. No por nada algunos de los llamados líderes “anarquistas”
son frecuentemente vinculados con el ex dirigente estatal del PRI, ex
secretario de Gobierno y actual candidato a diputado federal por Acayucan Erick
Lagos Hernández, conocido desde su juventud por su proclividad a resolver sus
diferendos políticos por la vía del porrismo, lo que le valió ser incorporado
en el equipo del entonces legislador federal Fidel Herrera Beltrán, a cuya vera
ha desarrollado su carrera.
Por esa razón es que los partidos opositores no dudaron
en culpar al gobierno estatal, al PRI y a su aliado el PVEM de las agresiones a
las oficinas del INE y exigieron garantías para que la jornada electoral se
desarrolle con normalidad.
Pero eso es mucho pedirle al vandalismo oficial.
Email: aureliocontreras@gmail.com
Twitter: @yeyocontreras
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